Lo que de verdad nos pone a las titis
Vol. 59 ¿Qué nos excita a las tías? ¿Alguien lo sabe? Existen tantos deseos como personas en el mundo, pero hay uno que compartimos todas
Dedicada a mi amiga Paula 💕
El pasado mayo, después de aparecer en la Met Gala con un vestido y una tiara, Bad Bunny estrenó su quinto disco de estudio, un álbum plagado de canciones que repiten la fórmula aprendida por el puertorriqueño, que ya sabe que ha dado con la llave que abre el corazoncito de todas las tías que, además de bailar, quieren ponerse cachondas.
La fórmula es fácil, pero responde al clima social y político de estos tiempos. Porque Bad Bunny llegó en el momento justo; años antes, sus letras no hubiesen calado de la misma manera. Cuando yo era una niña, lo que hacíamos era suspirar por un chico mientras nos agarrábamos a una almohada y escuchábamos canciones de Alejandro Sanz; y no voy a negar que había una parte importante de regocijo en el acto en sí mismo, aunque no fuese exactamente un regocijo sexual.
La figura de la fan, desde sus inicios, idolatra, fantasea y ama, pero jamás folla. Tanto es así que, cuando la mayoría de las chicas de mi generación tuvieron relaciones sexuales, solo encontraron satisfacción y placer cuando consiguieron gustar al otro. Dicho de otra manera, solo sintieron que lo habían hecho bien al conseguir satisfacer la mirada masculina. Muy lejos estábamos aún de pensar en nuestro goce y en nada más; una destreza en la que los chicos venían más que instruidos.
Por suerte, siempre ha habido productos culturales que han atendido a nuestros deseos, aunque llegásemos a ellos de mayorcitas. Ahora, las nuevas generaciones tienen acceso desde muy jóvenes a series, canciones, pelis y cuentas de TikTok, mejores o peores, pero que asumen que existen los afectos y los goces.
Pienso en Euphoria o en Élite, pero también en las canciones de La Zowi, Bea Pelea, Bad Gyal o Rosalía; todas ellas hablan claramente sobre sus deseos, sin pasar por la lupa de lo políticamente correcto, dando por hecho que nos podemos expresar solo atendiendo a nuestro anhelo, aunque surjan posibles incoherencias al vehiculizarlo. Como quien habla con una amiga y le cuenta entre risas (o a grito pelado) todo lo que desea que le hagan. Como una liberación.
Y sin duda, el que se ha quedado con el trozo más grande del pastel, con permiso de Björk y PJ Harvey, ha sido Bad Bunny. A diferencia de sus predecesores, no solo canta de manera explícita sobre sexo, sino que ha logrado añadir un componente extra (aunque quizás haya pasado desapercibido, al menos, de manera consciente). Pero es esta conjunción la que ha querido que sea el artista más escuchado en Spotify en todo el mundo desde 2021.
Y para que te escuchen tantos millones de personas, debes ser muy, pero que muy preciso. Tanto como lo es en “Un ratito”, una de sus canciones de Un verano sin ti, que combina sexo y cuteness, con unas melodías que te ponen en el mood. Suaves, sexis, directas y ligeras, tanto como la brisa dándote en la cara durante una tarde de verano leyendo en una cama con sábanas blancas.
He escogido esta canción, pero podría haber escogido cualquiera:
Baby, esto no fue normal / Con cualquiera no me acuesto, a cualquiera no le meto / Ni le cuento mis secreto'/ Me pongo feliz cuando llegan tus texto'
Aquí hay sexo, sí, pero a pesar de estar enmarcado dentro de una relación momentánea, existe una parte afectiva innegable. En cierto modo, Bad Bunny le está diciendo a esta chica que ella es especial, que no se va con la primera persona que pasa. Y que además, es feliz cuando le escribe y tiene la confianza suficiente para contarle sus cosas.
El otro día, un amigo que no tiene pareja estable me contó que le apetecía tener sexo ocasional, pero que para tenerlo necesitaba tener un cierto vínculo con la persona en cuestión. Pensé que aquello se alejaba mucho del modelo Tinder, de la idea tan heteropatriarcal de que hay tías para follar y otras para casarse. Porque a veces, te gusta alguien mucho y la cosa se reduce al sexo (y a lo afectivo), pero no existe un deseo de convertir esa unión en una relación más o menos convencional.
Y es aquí en donde Bad Bunny acierta porque nos habla de esa despreocupación del sexo sin renunciar ni a la empatía, ni a la sensibilidad, ni a la responsabilidad afectiva, cualidades que no deberían de pertenecer solo al ámbito de ‘lo femenino’. Acabo este post con las sabias palabras de mi amiga Paula, que me dio la idea para esta newsletter cuando comentamos Un verano sin ti en una conversación de Whatsapp: “El disco que ha hecho el cabrón para que estemos todas cachondas, ¿qué? Esas letras de fucker cute me tienen muerta. O sea, es como un disco para las titis, para las fans”. No puedo estar más de acuerdo.
Así que, disfrutémoslo, sabiendo que es PARA NOSOTRAS, para las fans 🔥🔥🔥
© 2022 Elefant Records
Jo, justo estoy pasando por un momento sexo afectivo de mi vida que no me puede haber ido mejor leer tu texto. Casi como magia ❤️🔥