A mis amigas
Vol. 80 Cada vez estoy mรกs cerca de ellas, cada vez estoy mรกs cerca del lugar al que ellas siempre han pertenecido
Por motivos que no vienen al caso, hace meses que no paso ni media hora al dรญa en Instagram. No lo echo de menos. Es como haberse quitado esa carga de tener que gustar a los tรญos a toda costa, como si nada fuese mรกs importante que eso. La dinรกmica es la de siempre: cuando estรกs dentro, parece que no hay nada mรกs; en cuanto sales, sientes justo lo contrario.
Me pasa algo parecido cuando estoy en Madrid, que parece que no existe nada mรกs, y meses despuรฉs voy a O Grove y pienso en que toda aquella rutina โque en realidad es mi vidaโ resulta un espejismo.
Me alejo de Instagram y de todo lo que allรญ ocurre, pero de la realidad de internet no se sale: me envรญan links con cumpleaรฑos pantagruรฉlicos, fiestas que fueron el gran despiporre, segundas bodas que se celebran con diamantes. ยฟDe dรณnde sacan la pasta? Calendarios de Adviento gigantes: todo lo que vino, cuidadosamente enjaulado, ahora desparramado. Deseos de viajar por todo el mundo, deseos aรบn mรกs heavies de pertenecer, de pasar por rica o de hacer todo lo que harรญan ellas. Quรฉ bajรณn.
Recuerdo mis cumpleaรฑos de adolescente en el cine de mis abuelos. Solo a mรญ me gustaba celebrarlo a lo quinceaรฑera, con un vestido nuevo y una setlist, y con comida y bebida por doquier. Era la รบnica de mis amigas a la que le gustaba ejercer como anfitriona โaunque en aquel momento lo hiciese a lo punkโ, la รบnica tambiรฉn que despuรฉs se interesรณ por la moda y la รบnica aรบn ahora que disfruta de irse a tomar un cรณctel o dos.
Pero el vรญnculo con mis amigas sigue intacto. Son las mismas que hoy se manifestaron en Compostela en contra de Altri. Las que siguen con sus vidas, sin fuegos artificiales. Cada vez estoy mรกs cerca de ellas, cada vez estoy mรกs cerca del lugar al que ellas siempre han pertenecido.